1. Los padres deben presentar una copia del certificado de nacimiento del niño.

2. Los nuevos miembros registrados tendrían que asistir a misa (12 domingos consecutivos)

3. Los padres inscritos en una parroquia que no sea Sta. Margarita, pero que deseen bautizar a su hijo en Sta. Margarita, deben traer una carta del párroco.

4. Se requiere que los padres y padrinos asistan a una clase pre-bautismal. La clase se puede tomar en otra parroquia. Si la clase no se toma en Sta. Margarita, los padres deben proporcionar una copia del comprobante de asistencia. La fecha de clase en Sta. Margarita es el primer sábado del mes de 9:00 a.m. a 1:00 p.m. Por favor llame a la oficina parroquial para inscribirse en la clase.

6. La Iglesia Católica pide que haya uno o dos padrinos. Si va a haber dos padrinos, uno debe ser hombre y la otra mujer. Un padrino debe ser un totalmente iniciado (bautizado, confirmado y primera Eucaristía) y un católico practicante de al menos 16 años de edad. Si está casado, en la Iglesia Católica por un sacerdote o diácono. Si es soltero, el padrino debe vivir un estilo de vida célibe.

6. Se les pide a los padrinos que proporcionen un certificado de confirmación si son solteros o un certificado de matrimonio para una pareja casada.

7. Una vez que se cumplan todos los requisitos y se entreguen todos los documentos, se programará una fecha para el bautismo.

Hay una tarifa de donación de $ 70.

La Confirmación completa la gracia del Bautismo con un derramamiento especial de los dones del Espíritu Santo, que sella y confirma a los bautizados en unión con Cristo y los llama a una mayor participación en el culto y la vida apostólica de la Iglesia.

Las bodas están programadas solo para miembros de la parroquia. Llame a la oficina parroquial, al menos 9 meses antes de fijar una fecha para su boda. Orientación el primer domingo de cada mes después de la misa de las 10am.

Para los interesados en las órdenes sagradas

Se anima a los hombres interesados en las órdenes sagradas, ya sea el sacerdocio o el diaconado, a investigar y orar sobre el asunto con fervor y diligencia, siempre discerniendo a través del sagrado corazón de nuestro Señor Jesucristo.

También se anima a las mujeres y hombres interesados en la vida consagrada como hermana o hermano religioso a que consideren con oración el asunto y lo confíen al Señor. Cada uno de nosotros está llamado a discernir y vivir nuestra vocación, abrazándola como un don de Dios, ya sea que esa vocación sea la vida de soltero, la vida conyugal o la vida consagrada.

Si siente que puede ser llamado al sacerdocio, al diaconado oa la vida religiosa, no dude en comunicarse con nuestro pastor, el padre Matthew Krempel, para discernir este llamado especial de Dios. (480)967-0379 x 204

Quienes se acercan al sacramento de la Penitencia obtienen el perdón de la misericordia de Dios por la ofensa cometida contra Él y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia a la que han herido con sus pecados y que, con la caridad, el ejemplo y la oración, trabaja para su conversión ". (CCC, 1422)

El sacramento de la reconciliación o penitencia se conoce por varios nombres:

El “sacramento de la Penitencia” expresa la forma en que consagra los pasos personales y eclesiales de conversión, penitencia y satisfacción del pecador cristiano ”(CIC, 1423).

El “sacramento de la confesión” se refiere a la revelación o confesión de los pecados a un sacerdote como elemento esencial de este sacramento. En un sentido profundo es también una “confesión” —reconocimiento y alabanza— de la santidad de Dios y de su misericordia para con el hombre pecador.

El "sacramento del perdón" ilustra cómo la absolución sacramental del sacerdote Dios concede al penitente "perdón y paz".

El "sacramento de la reconciliación" es otro nombre porque imparte al pecador el amor de Dios que reconcilia: "Reconciliaos con Dios". El que vive del amor misericordioso de Dios está listo para responder al llamado del Señor: “Ve; reconcíliate primero con tu hermano ”(CIC, 1424).

El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y cuerpos, que perdonó los pecados del paralítico y le devolvió la salud corporal, ha querido que su Iglesia continúe, en el poder del Espíritu Santo, su obra de curación y salvación, incluso entre sus propios miembros. Este es el propósito de los dos sacramentos de curación: el sacramento de la Penitencia y el sacramento de la Unción de los Enfermos. (CIC, 1421).

El Acto de Contrición

el sacerdote pedirá al penitente que haga un buen acto de contrición. El siguiente es un ejemplo de tal oración:

Oh Dios mío,

Lamento de todo corazón haberte ofendido,

y detesto todos mis pecados,

por tu justo castigo,

pero sobre todo porque te ofenden, Dios mío,

que son todos buenos y merecedores de todo mi amor.

Resuelvo firmemente, con la ayuda de tu gracia,

no pecar más,

y para evitar la ocasión cercana del pecado.

Amén.

Confesiones: Lunes y Miércoles  despues de la Misa de 8:30 am, Viernes y sabados 5:00 a 5:45 p.m. 

Para una cita Por favor llame a la Oficina Parroquial para programar una cita

¿Hay alguien enfermo entre ustedes? Debería preguntar por los presbíteros de la iglesia. Ellos, a su vez, orarán por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. Esta oración pronunciada con fe recuperará al enfermo, y el Señor le devolverá la salud. Si ha cometido algún pecado, el perdón será suyo. (Santiago 5: 14-15)

Algunas preguntas frecuentes sobre la Santa Cena:

P: ¿Quiénes deben recibir la Unción de los Enfermos?

R: Cualquier persona que esté enferma, a punto de someterse o haya tenido una cirugía, los enfermos crónicos, los que padecen enfermedades terminales o de otro tipo.

P: ¿Cuándo se debe administrar el sacramento de los enfermos?

R: No es necesario esperar hasta que una persona se esté muriendo antes de llamar a un sacerdote. La Unción de los Enfermos “no es un sacramento solo para los que están a punto de morir” (CIC 1514).

P: He sido ungido en el pasado y estoy enfermo nuevamente. ¿Puedo ser ungido de nuevo?

R: Si ha pasado algún tiempo y está experimentando otra enfermedad, puede volver a recibir la Santa Cena.

En Sta. Margarita, la Unción de los Enfermos se celebra cada primer viernes de mes durante la Misa de 6:00 p.m.. El sacramento también está disponible a pedido. Llame a la Oficina Parroquial.

Si tiene alguna pregunta, comuníquese con la Oficina Parroquial. (480)967-0379

Si está interesado en ser católico y responder al llamado de Dios en su vida, no dude en llamar a la oficina parroquial.

Adultos: Si usted es un adulto (18+) bautizado por la Iglesia catolica pero aún no está confirmado, comuníquese a la oficina parroquial al 480-967-0379 para obtener más información. La Confirmación se celebra en Sta. Margarita generalmente en la Pascua.

Las clases de confirmación para adultos se ofrecen los domingos. 

Catechism of the Catholic Church 

CCC1005 To rise with Christ, we must die with Christ: we must "be away from the body and at home with the Lord."562 In that "departure" which is death the soul is separated from the body.563 It will be reunited with the body on the day of resurrection of the dead.564

CCC1006 "It is in regard to death that man's condition is most shrouded in doubt."565 In a sense bodily death is natural, but for faith it is in fact "the wages of sin."566 For those who die in Christ's grace it is a participation in the death of the Lord, so that they can also share his Resurrection.567

CCC1007 Death is the end of earthly life. Our lives are measured by time, in the course of which we change, grow old and, as with all living beings on earth, death seems like the normal end of life. That aspect of death lends urgency to our lives: remembering our mortality helps us realize that we have only a limited time in which to bring our lives to fulfillment:

Remember also your Creator in the days of your youth, . . . before the dust returns to the earth as it was, and the spirit returns to God who gave it.568

CCC1011 In death, God calls man to himself. Therefore the Christian can experience a desire for death like St. Paul's: "My desire is to depart and be with Christ. "577 He can transform his own death into an act of obedience and love towards the Father, after the example of Christ:578

My earthly desire has been crucified; . . . there is living water in me, water that murmurs and says within me: Come to the Father.579

I want to see God and, in order to see him, I must die.580

I am not dying; I am entering life.581

 When a death occurs we ask to first contact a funeral home, the funeral home will then contact the parish office.